En el Pirineo hay algunas montañas donde podemos encontrar olvidadas estaciones de esquí, cerradas desde hace años. Con el paso de los años, estas estaciones obsoletas han seguido en la montaña y se han convertido en chatarra oxidada que puede ser peligrosa para los animales y las personas.
Llessui (Pallars Sobirà) es un ejemplo de estas estaciones: cerró en 1987 y las instalaciones siguen ahí.Las causas del cierre de la estación no quedan claros (mala orientación, mala gestión…) pero algunos esquiadores aun utilizan las pistas de Llessui y para ellos pueden ser un verdadero peligro los telesillas y otras instalaciones abandonadas, así como lo pueden ser de los animales que llegan a la zona en verano. El mismo año que Llessui cerró la estación de La Tuca (Vall d’Aran) conviertiéndose así en otra estación abandonada.La Tuca cerraba por problemas económicos y pero los rumores de reapertura no cesan, aun hoy, 23 años después, por eso no se acaba de retirar el material de la estación.
Otro caso curioso en la Vall Fosca es la estación de Filià, una estación que nunca se inauguró y que lleva dos años abandonada.El alclade de la Torre de Capdella no pierde la esperanza de que la Generalitat encuentre inversores y continuen las obras, por eso no quieren que se retire ninguna instalación. Hay mucha expectación entre los vecinos de la zona.
Os dejamos unas impactantes fotos de Llessui y os recomendamos visitar la noticia original, que hemos encontrado en Nevasport donde podéis encontrar más fotografías e información.
¿Qué se debería hacer con estas instalaciones? ¿Merece la pena conservarlas o son realmente un peligro?